GUERRA
DEL GAS EN BOLIVA
La Guerra del Gas es el nombre con el que se conoce
un conflicto social ocurrido en Bolivia durante 2003,el conflicto se centró en la explotación
de las reservas de gas natural
que se descubrieron en el departamento de Tarija,
a mediados de la década de 1990 y catalogadas conjuntamente como el segundo yacimiento más grande de Sudamérica.
El conflicto
comenzó en el año 2002, cuando la administración de presidente Jorge Quiroga
propuso construir un gasoducto a través del territorio boliviano y chileno,
hasta el puerto de Mejillones en Chile, la ruta más directa al océano Pacífico. Sin embargo, el antagonismo
hacia Chile
es muy profundo en Bolivia debido a la pérdida de la salida al mar en la Guerra del Pacífico (1879 - 1884). Diversos
sectores bolivianos comenzaron a vociferar y hacer campaña contra la opción del
puerto chileno, exigiendo alternativas como la de un puerto peruano por donde
transportar el gas, pero con la dificultad de la mayor lejanía. Según las
estimaciones chilenas, la opción de Mejillones sería 600 millones de dólares
más baratos. En Perú se señalaba una diferencia de no más de 300 millones. Los
que se inclinan a la opción peruana dicen que también beneficiaría la economía
de la región norteña de Bolivia por donde pasaría el gasoducto.
Poco antes
de las elecciones presidenciales en julio de 2002, el gobierno de Jorge Quiroga
pospuso la ejecución del gasoducto dejándoselo a su sucesor, alegando que no
quería comprometer su posibilidad de ser elegido presidente en las hipotéticas
elecciones de 2007, teniendo en cuenta la impopularidad de exportar el gas por
el puerto chileno.
Gobierno de Sánchez de Lozada
Gonzalo Sánchez de Lozada, empresario
minero que ganó las elecciones presidenciales de 2002, indicó su preferencia
por la opción del puerto de Mejillones. Pero Sánchez de Lozada también evitó adoptar una
declaración oficial de construir el gasoducto.
Durante el
año 2003,
se reavivó un período de crisis social y política, derivado en protestas
exigiendo la estatalización de los hidrocarburos. Las protestas fueron
dirigidas por los representantes del campesinado y minería de las diferentes
regiones del país, destacándose los dirigentes indígenas Evo Morales,
(dirigente sindical cocalero del trópico de Cochabamba) y Felipe Quispe
(dirigente campesino del norte paceño).
"Guerra del Gas"
Una rebelión popular que sitió La Paz, iniciaba hace
diez años la llamada "Guerra del Gas" en Bolivia, que se saldó con 64
muertos y puso fin al gobierno liberal de Gonzalo Sánchez de Lozada, dando paso
al movimiento indigenista que llegaría al poder de la mano de Evo Morales.
La población de El Alto, vecina de La Paz, concentró
en octubre de 2003 masivas marchas de protesta de clases medias empobrecidas,
campesinos, mineros e indígenas contra el gobierno, reprimidas por el ejército
con armas de guerra.
La Guerra del Gas "fue el punto de partida de una
secuencia de transformaciones profundas en la sociedad, como la inclusión
social de sectores indígenas antes marginados", dijo a la AFP el profesor
de la universidad estatal UMSA y analista político, Carlos Cordero.
Tras las marchas de protesta "subyacían otras
motivaciones emergentes del agotamiento del sistema de partidos", como la
falta de empleo o la corrupción en el aparto estatal, consideró el académico.
El movimiento popular se articuló bajo la consigna de
la oposición al plan de Sánchez de Lozada de vender gas natural licuado (LNG) a
Estados Unidos, vía puertos de Chile, país que arrebató a Bolivia su salida al
mar tras la Guerra del Pacífico en 1879.
La decisión del gobierno de utilizar los puertos
chilenos para vender el gas de Bolivia fue considerada por los movimientos
sociales bolivianos como una traición a la demanda histórica del país, y es hoy,
en cambio, uno de los grandes ejes de la política exterior de Evo Morales,
quien resultaría en comicios posteriores a la revuelta, el primer presidente de
origen indígena elegido en el país.
Octubre del 2003, nuestro país vivió la denominada “Guerra del Gas en Bolivia”.
Por el mundo y a través de los medios informáticos se pasearon imágenes
de un pueblo heroico (El Alto) y un Estado cortesano de las
transnacionales acudiendo exasperadamente a su franja de seguridad: la
coerción militarizada. En los noticieros internacionales - también
locales- se sobre dimensionaban las notas atractivas para los
consumidores mediáticos (indígenas alzados, territorios sitiados,
militares imitando a yankees en Irak, muertos y un presidente
atarantado), pero sin tocar o tocando en forma adyacente las
causas centrales del conflicto y que están relacionados con la
propiedad y el destino del gas boliviano.
Por consiguiente y antes de ingresar al análisis de tales causas,
conviene hacer un repaso de los principales hechos que antecedieron al
conflicto y que se encuentran en los primeros días de septiembre,
cuando el dirigente opositor, Evo Morales, desahució el
Reencuentro Nacional de los Bolivianos que la Iglesia venía
proponiendo desde hace algunos meses atrás. La negativa de Morales a
participaren dicho evento se fundaba en el hecho de que el gobierno no
aceptaba discutir el tema del gas y el aumento de los impuestos
petroleros del 18% al 50%.Consecuentemente, anticipó que habrían
masivas movilizaciones para recuperar el gas, fijando para el 19 de
septiembre una gran marcha en la ciudad de Cochabamba.
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ROCIO FIGUEREDO
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